El Dépor puede estar satisfecho del partido realizado ante el Villarreal, uno de los gallitos de LaLiga. Con un poco más de fortuna, las ocasiones de Marlos, Andone o Joselu habrían sido materializadas para dejar los tres puntos en Riazor.
El conjunto de Fran Escribá estuvo a años luz de su mejor versión: lento, torpe en ataque, poco combinativo… Los amarillos acusan ya a estas alturas el cansancio de tres competiciones. Y las numerosas bajas fueron el aliciente para considerar el empate a cero como una victoria.
Lo mejor:
Automatismos muy positivos en ataque con Andone, Marlos, Luisinho y Emre, en un momento complicado por la lesión de Carles Gil y la marcha de Babel.
Lo peor:
La sala de máquinas del Villarreal (Bruno y Trigueros) está bajo mínimos de gasolina. Mal que le pese a su entrenador tendrá que dar minutos a N’Diaye y Rodri para que descansen sus titulares.