Esta noche de lunes en Mendizorroza dejó un gris empate a uno con el que los aficionados locales seguro que no habrán quedado satisfechos, pues el Alavés (ataviado con unos colores poco habituales en homenaje al otro gran club deportivo de Vitoria) fue evolucionando a lo largo del partido hasta mostrarse muy superior al Sevilla.
En la primera parte ambos equipos ya anticiparon el guión del partido, con una clara ausencia de oportunidades claras de gol que, sin embargo, no impidió al Sevilla adelantarse gracias a una recuperación de balón y rápida transición al ataque, que pillaría a Feddal en un momento de lentitud al tirar el fuera de juego y permitiría a Ben Yedder plantarse solo frente al portero y poner el 0-1. Tras el gol el Sevilla se dejó ir un poco, pero fue en la segunda parte cuando el Alavés se tornó en un auténtico vendaval de fútbol ofensivo, metiendo al Sevilla atrás y disfrutando de múltiples ocasiones. Los cambios de Pellegrino, Óscar Romero (le bastaron apenas treinta minutos para erigirse como mejor jugador del partido) y Aleksandar Katai, serían los protagonistas del gol del empate local, en el que no faltó una considerable confusión de la zaga sevillista.
Finalmente, un reparto de puntos que no satisface a ninguno de los dos conjuntos: el Alavés se queda con la sensación de que mereció más, y el Sevilla ve cómo sus rivales no se han dejado puntos y se le complican sus objetivos.
Lo mejor:
La segunda parte de los de Pellegrino, que hicieron méritos para lograr la victoria. Los extraordinarios minutos de Óscar Romero, fichaje invernal del Alavés.
Lo peor:
La falta de ideas de ambos equipos, especialmente en la primera parte, y en particular del Sevilla en el segundo tiempo.
