Primera parte algo tediosa en el Vicente Calderón. El Atleti dominó los primeros 20 minutos de cabo a rabo, imprimiendo mucha velocidad a su juego. En esos minutos Gameiro estuvo a punto de hacer un golazo, pero su vaselina se marchó al larguero, tras rozar Sergio Rico la pelota. Después, el Sevilla buscó dominar la pelota, pero con un ritmo muy lento y sin crear ningún peligro al área de Oblak. Antes de llegar al descanso, una jugada a balón parado decantó la balanza al lado atlético. Una falta botada por Griezmann fue rematada cómodamente por Godín, que estaba sólo, grave error de la defensa sevillista.
En la segunda mitad, el Sevilla salió más despierto y buscó con más claridad el empate. Sin embargo, en el minuto 60, volvió la magia de Griezmann que destrozó la escuadra de Rico con un precioso lanzamiento de falta. A partir de ahí, los locales se mantuvieron fuertes en defensa y los visitantes se fueron cansando poco a poco. Antes de acabar, Koke, aumentó la distancia en el marcador, tras una internada de Juanfran, y Correa maquilló el resultado con una buena jugada personal.
Lo mejor:
Un gran Atleti, que supo lo que hacer en cada minuto del encuentro. Fue superior al Sevilla, a pesar de no dominar la pelota.
Lo peor:
La falta de ideas del Sevilla, que prácticamente no inquietó a la defensa y el meta del Atlético.
