El líder, el Real Madrid, recibía al matagigantes Alavés. Empezó muy nervioso el cuadro albiazul, buscando pases fáciles y con algún que otro fallo defensivo. El conjunto blanco, liderado por un gran Karim Benzema, muy presente en todo el ataque, acechaba el marco de Pacheco. El Glorioso, replegado atrás y con dificultades en la salida, se refugiaba en la potencia de Theo Hernández para incomodar a los locales.
Pero tras el paso por los vestuarios todo cambió, vimos a un Alavés más tranquilo con el balón y más incisivo ofensivamente. Deyverson tuvo hasta tres ocasiones claras para anotar, también tuvo otra gran ocasión Édgar, pero el gol no llegó. Zidane intentó cambiar el rumbo del partido con la entrada de jugadores como Kovacic o Lucas Vázquez, que mejoraron, no en exceso, al conjunto de Chamartín. En los últimos minutos llegaron casi seguidos los goles de Isco primero, y Nacho después, ambos muy serios durante todo el partido.
Lo mejor:
Partido entretenido donde el Alavés, al igual que en Mendizorroza, volvió a incomodar al Real Madrid. La pegada blanca, que una vez más decidió el partido, es digna de admiración.
Lo peor:
La falta de ideas del Real Madrid durante buena parte del encuentro, donde estuvieron a merced del Deportivo Alavés. La falta de acierto de cara a portería del Alavés.
