Partido emocionante el vivido en la catedral, con dos partes muy diferenciadas y que se ha terminado llevando con claridad el Athletic.
Primera parte sin fútbol ni ocasiones, ninguno de los dos equipos se hizo con el control del juego debido a las muchas interrupciones, prueba de ello fueron los 4 minutos que descontó el arbitro. Solo una maravilla a balón parado por parte de Beñat en el minuto 43 hizo levantarse a los aficionados del asiento, abriendo de esta manera el marcador.
La segunda parte comenzó con otro aire y a los pocos minutos Williams marcó un auténtico golazo. A partir de ahí el partido se abrió dando lugar a espacios que se tradujeron en ocasiones para ambos equipos, una de ellas la convirtió en gol Enrich dando emoción al partido. Una emoción que Muniain se encargó de quitar con un gol a la contra en los últimos minutos, cuando el Eibar buscaba la igualada.
El golazo de falta de Beñat, y el gran partido de Yeray
El mal partido de San José y la poca capacidad del Eibar para general peligro