Podría haber sido perfectamente la final de esta Copa Confederaciones, pero el destino cruzó a Portugal y Chile en semifinales. Partido intenso, que acabó con victoria de los sudamericanos.
Comenzaba el partido con idas y vueltas de un área a otra. Dos nombres destacamos en estos primeros minutos: Cristiano Ronaldo y Alexis Sánchez. Ambos demostraron que son los jugadores con mayor capacidad ofensiva de sus respectivos países y le dieron dos goles hechos a André Silva y Vargas, pero se encontraron con los guardametas rivales. Este intercambio de golpes se mantuvo durante toda la primera mitad.
La segunda parte cambió un poco de guión. Chile se mostraba cada vez más receptivo a tener la posesión, dejándole a Portugal los contragolpes. Con este contexto, los de Pizzi empezaron a ser superiores. Según trascurría esta segunda parte, los jugones no aparecían por ninguna parte y el partido concluyó 0-0.
En la prórroga, fue mucho mejor La Roja. Vidal lanzó un fuerte disparo al palo y Martín Rodríguez volvió a golpear y mandó su disparo al larguero. El partido se tuvo que decidir en los penaltis, donde Bravo se hizo gigante con todos sus penaltis parados.
Lo mejor:
Mucha intensidad sobre el campo. Hizo que el partido fuera bastante competido y que estuviese tan igualado hasta el final.
Lo peor:
Poco peligro para las llegadas que tuvieron cada equipo. Las ideas fueron escasas. Duelo de pizarras en el que nadie arriesgó prácticamente nada.