Mendilibar confía en su Eibar y pide «salir a muerte a ganar»

Mendilibar ha comparecido en rueda de prensa para analizar el partido de la jornada 34 entre Eibar y Alavés. El técnico del cuadro armero ha hecho referencia a la dramática situación en la que se encuentra su equipo a falta de cinco encuentros para que termine la competición. Pozo y Bigas son bajas por lesión; Recio es el único sancionado por acumulación de tarjetas amarillas.

Partido: «No me gusta hablar de finales. Perdiendo no estás matemáticamente descendido, pero sería casi imposible, igual que si empatamos. Tenemos que salir a muerte a ganar. Después pensaremos en el siguiente, pero este es el único y tenemos que darlo todo para ganar. Se puede ganar en el minuto uno y en el 90. Tenemos que intentar cometer los menores errores posibles».

Jugadores: «Estamos bastantes concienciados de que para todos es mejor estar en Primera División».

Segunda parte contra la Real: «Nos cuesta hacer un partido entero como la segunda mitad del otro día. No siempre podemos jugar al ritmo que queremos, pero está claro que no podemos cometer errores que supongan goles en contra. 90 minutos jugando en campo contrario es casi imposible, pero hay que pensar en que el rival no te haga daño. Tenemos que ser fuertes».

Marcar el primer gol: «Se está viendo que sí es importante. No hemos logrado ponernos por delante en ningún momento y no hemos ganado. Para los dos equipos, para ellos y para nosotros. Tenemos que crear esa incertidumbre en el cuerpo de ellos, que vean que podamos ganar».

Salvación: «Posibilidades existen, pero vamos a empezar por mañana. Estamos dispuestos a todo porque hay posibilidades matemáticas».

Momento más complicado: «Dificultades hemos pasado en muchos sitios, pero tan cerca de casa no. Son seis temporadas seguidas y una anterior. Nos ha tocado sufrir esta temporada, y encima sin la afición. Estoy convencido de que con ellos no estaríamos en esta situación. Ellos te dan ese plus cuando vas perdiendo un partido».

Política de incorporaciones: «Siempre hay variación de jugadores y, entre una cosa y otra, hay ocho o nueve caras nuevas. A veces aciertas y otra veces no. La gente que salió era importante para el grupo porque llevaban años con nosotros. No nos podemos quedar con eso. Todos lo podríamos haber hecho mejor, pero ahora no hay que empezar a pensar en esas cosas, sino aprovechar el poco tiempo que nos queda para hacer las cosas bien».