Jules Koundé y Robert Lewandowski, esos son los dos grandes objetivos que tiene el FC Barcelona para este mercado de fichajes. El conjunto azulgrana quiere reforzarse y ya está haciendo todo lo posible para generar más ingresos. Las dificultades económicas son evidentes, el límite salarial también está sobrepasado, y los culés saben que no están en una buena posición para competir con otros clubes potentes.
Lo del delantero no es ninguna novedad porque ya lo supimos hace algunos meses. Lo cierto es que el jugador ha dicho en varias ocasiones que quiere cambiar de aires, pero todavía le queda un año de contrato. El Bayern Múnich quiere unos 35 millones de euros y cualquier esfuerzo económico se le hace muy cuesta arriba al Barça en estos momentos. La presión que ejerza el futbolista puede ser determinante. En el club son optimistas.
Con el zaguero hay todavía más dificultades porque el Sevilla FC tiene muy claro que lo que vale Koundé, con una cláusula de 90 millones de euros. Según cuenta Sport, los hispalenses estarían dispuestos a vender por 60. Resulta extraño de asumir porque ya rechazaron una propuesta superior del Chelsea en el pasado curso. El Barcelona intenta incluir a Dest en la operación para abaratar su coste, pero los andaluces quieren dinero. Además, cabe recordar que los ingleses han vuelto a la carga.
Jules Koundé pasa por el quirófano para poner fin a unos problemas musculares que lleva tiempo arrastrando. Quizás este sea el motivo por el cual el defensor francés se ausentaba en ciertos entrenamientos del Sevilla, aunque (casi) siempre llegaba para la competición. Ahora, aprovechando el período de vacaciones, va a ser intervenido.
El propio Didier Deschamps justificó el motivo de esta situación que afecta a Koundé, minutos después de certificarse el adiós de Francia a la Final Four de la Liga de Naciones. Así lo explicó: «Su condición atlética no es buena porque arrastra un problema desde hace varios meses y será operado mañana». El combinado galo firmó una nueva derrota, esta vez contra Croacia, por culpa de un penalti que tuvo lugar en el minuto cinco del choque.