Merecida y peleada victoria del Celta de Vigo, que respira tranquilo tras sumar tres puntos en Balaídos ante el «equipo b» de Valverde, que una vez más vuelve a ser ineficaz. Dembélé tuvo que abandonar de manera inesperada el terreno de juego por lesión. El joven canterano Álex Collado entraría a suplirle el resto del encuentro.
Primera mitad con un claro dominador, al menos en cuanto a posesión respecta. El conjunto azulgrana dominó el control del esférico pero no fue capaz de convertir ningún tanto, siendo poco peligrosas las llegadas a la portería rival. Ídem para el Celta de Vigo en lo que a peligrosidad respecta; cuesta creerlo con lo que había en juego para el conjunto vigués.
Segunda parte con comienzo agridulce para el Celta de Vigo, que vería como, tras celebrar el gol de Araujo, el colegiado lo anularía por posición antirreglamentaria. 20 minutos después, y tras una gran asistencia de Boudebouz, Maxi Gómez batiría a Cillessen tras un excelente y dificultoso golpeo de balón. Gracias al VAR se señalaría penalti en el área del Barça; el esférico golpearía en la mano de Wagué y Aspas se encargaría de amarrar el resultado batiendo al arquero culé.
Anotó el tanto que abriría la lata y que daría aliento esperanzador a un Celta que peleará hasta el final por permanecer en Primera División.
Se encargó de convertir el lanzamiento desde los once metros, con seguridad y firmeza, como viene siendo habitual.
Gran encuentro por parte del jugador que asistió de manera sobresaliente en el primer tanto del conjunto vigués. Activo durante todo el tiempo que estuvo sobre el verde.
Con la tempranera lesión de Dembélé esperábamos que su presencia se notase algo más en la zona ofensiva del campo, pero no fue así. El brasileño no estuvo muy acertado.
No lo vemos de 9. El veterano jugador no parece encontrarse muy cómodo en esa posición, y es que, un encuentro más, vuelve a estar prácticamente desaparecido y sin generar peligro en la portería rival.