A estas alturas de la película muy pocos se cuestionan que Messi sea el mejor jugador del mundo o de la historia. A consecuencia de esto nos hemos acostumbrado a normalizar partidos como el del pasado sábado, donde guió al Barça con juego, acciones individuales y goles hasta una nueva victoria en Liga. Su hattrick bien le vale el MVP, que hasta aquel momento era para otro jugón, Iago Aspas.
Messi condiciona cualquier equipo, pero más el Barça, que está diseñado a su imagen y semejanza. El argentino juega con mucha libertad en posición ofensiva, tomando como referencia arriba a Luis Suárez y asociándose con la línea de medios. Valverde no cuestiona este liderazgo, no descansa a Messi y sólo se ha perdido un partido en Liga, el Málaga – Barça.
Además es lanzador a balón parado. Por increíble que parezca, es incluso más fiable con una barrera por delante que desde los 11 metros. Un hecho que le convierte en el mejor especialista en lanzamientos de falta del mundo.
Ahora mismo el único pero que se le puede encontrar al delantero es la preocupación sobre su estado muscular, que viene generando mucho ruido. Pero como vemos, sigue jugando y marcando.
El jugador total en fantasy, el que nunca falla, jornada tras jornada. Hablar de Messi es hacerlo de puntuar cada jornada, independientemente de que en tu equipo haya muchos jugadores de una pica.
En datos la aportación del argentino es brutal:
– Media de 10,5 puntos por partido (30 partidos).
– 29 goles anotados.
– 13 veces MVP en Diario AS; 16 en SofaScore.
La temporada pasada hizo 347 puntos en picas, mientras que en esta lleva 315, a falta de 8 partidos, damos por hecho que lo superará.