Realidades completamente opuestas, pero con un mismo objetivo en los protagonistas de la sección esta semana: los tres puntos. El Girona FC tiene la oportunidad de recortar distancia con cualquiera de los equipos que están por encima, mientras que el Cádiz espera un tropiezo del Celta para seguir soñando con la salvación. Debido a la situación de uno y otro, la balanza claramente se inclina hacia el lado de los catalanes.
Los de Míchel no logran reencontrarse con su mejor versión. Tres victorias en los últimos nueve partidos siembran dudas en Montilivi. No hay mejor momento para revertir esta situación que enfrentándose a un Cádiz en apuros, que no puede permitirse perder. Esto supone un impulso adicional para los catalanes, quienes saben que podrán acercarse al Madrid o al Barça dependiendo de lo que suceda en el clásico.
Un bajón de rendimiento, sumado a una repentina lesión en Getafe, ha provocado que sus puntuaciones y su valor se desplomen en las últimas semanas. No estará tan exigido defensivamente como en fechas atrás, y sabemos que el canterano madridista brilla mucho en ataque. Tarde o temprano volveremos a ver al mejor Miguel, y ¿por qué no hacerlo ante su afición en Montilivi?
Disputando su propia competición por el título de máximo goleador, con Budimir ya descartado y el Madrid con la posibilidad de asegurar LaLiga en esta misma jornada, no puede permitirse descuidar ni disminuir el ritmo goleador que parece haber recuperado. Este partido es una gran oportunidad de aumentar su ventaja con sus respectivos rivales en la tabla de goleadores.
Parece lejano aquel Aleix que abonado a los 10 puntos por partido. Con un evidente bajón en su rendimiento y las dudas sobre su futuro en el aire, Míchel necesita lo mejor del catalán para asaltar esa ansiada segunda plaza. Disfrutará de lo que más le gusta sobre el terreno de juego en esta jornada: la pelota. Y lo que mejor se le da es tenerla bajo control en sus pies. No me sorprendería volver a ver una gran actuación de Aleix contra el Cádiz.