No hubo sorpresas en Países Bajos respecto a la alineación. Un día antes trascendió una nota del cuerpo técnico en la que se podía leer qué once jugadores serían titulares contra Macedonia del Norte. Sorprendía el hecho de que hubiera tantos titulares con el primer puesto ya asegurado. Pero Frank de Boer cumplió con su plan e inició el encuentro con nueve futbolistas casi fijos en la alineación y dos alternativas de peso (Gravenberch y Malen).
El seleccionador explicó en rueda de prensa cómo había visto la actuación del atacante: «Quiero ver al Malen que todos conocemos. Con amenaza, acciones y colaboración con Memphis Depay. La ventaja de estos dos es que pueden jugar en ambas posiciones. Tienen la misma misión». Lo cierto es que se pudo ver conexión entre ambos, ya que asistió al nuevo futbolista del Barcelona en el 24′.
Hizo referencia también al sistema de juego, ya que empezó con el 5-3-2 habitual y en la segunda parte cambió al 4-3-3. «Teníamos pensado cambiarlo. Creamos suficientes oportunidades en la primera mitad, pero no fuímos tan descuidados en la segunda. Esa fue la gran diferencia para mí. Al final, el sistema realmente no importa. Podemos jugar bien con ambos, lo sabemos y lo hemos demostrado».
