Un encuentro demasiado insulso el de la matinal del domingo, no así en el marcador, donde el Real Madrid se impuso con mucha claridad. No le salió la jugada a Garitano que planteó una pequeña revolución con nuevos nombres como Bustinza, Alberto o Unai.
De los madridistas se esperaba más fútbol después del tropiezo en Polonia. Y este sólo fue ofrecido por Kovacic que, junto a un gran Bale, lideró a los locales. De las botas de Isco nacería el pase del primero del galés; el segundo, un remache a bocajarro. En la segunda mitad se dejó ver Modric de nuevo y estuvo al nivel que le conocemos. Morata no faltó a su cita con un gol aunque tuvo una titularidad muy gris.
Lo mejor:
De nuevo Kovacic, que se impone como mediocentro de mucha movilidad. Si Casemiro no vuelve pronto, el croata estará seguro ante el Atléti.
Lo peor:
La frustrada revolución de Garitano. Quiso jugar sin delantero para buscar más mediocampismo y, aunque entorpeció mucho a los blancos, el resultado no le avala.