Por como empezó el partido, todos podríamos pensar que iba a ser una goleada del Barcelona. Marcaba en el minuto 3 Messi, con un pase de Suárez. A pesar de esto fué el Leganés quien comenzó a estirarse y tener ocasiones claras. De las botas de El Zhar salieron las más peligrosas y de las manos de Ter Stegen las paradas. Herrerin por su parte también evitó dos ocasiones muy claras de Messi.
La segunda parte continuó como finalizó la primera. Un Leganés cada vez más peligroso y un Barcelona cada vez más apagado. Coincidiendo con los cambios, Unai López a pase de Machis pusieron el empate en el partido. Como era lógico, comenzaron los pitos y nerviosismo en el juego por parte de ambos equipos. En el minuto 89, una acción de Neymar provocó un penalti que transformó Messi, en el definitivo 2-1.
Lo mejor:
El Leganés no dejo de creer y con sus armas tuvieron el empate muy cerca.
Lo peor:
La apatía del Barcelona en general.
