No fue el mejor estreno de jornada. Setién sorprendió desde el inicio no incluyendo a Varas ni Lemos en el once titular. Las Palmas reclamó su protagonismo y lo encontró, sobre todo en la primera mitad y especialmente Boateng, que supo culminar a gol. A Quique, por su parte, su planteamiento rácano le funcionó a medias: bien en la parte de mantener la portería a cero, mal en sus pobres contraataques.
El partido acabó en frustración: la de Las Palmas por sucumbir al ritmo lento; la de los delanteros pericos con Quique por hacerles correr en solitario. Y la de nosotros, mánagers, aficionados y espectadores, por un partido esperado que cayó en decepción.
Lo mejor:
La primera parte de Las Palmas con 3-4 ocasiones claras de gol que, de haber entrado alguna, habrían cambiado el sino del encuentro.
Lo peor:
El planteamiento de Quique que convirtió a Leo, Piatti y Gerard (más Hernán) en un archipiélago de islas salpicadas.