Era un secreto a voces porque Isco Alarcón terminaba contrato el 30 de junio de este año, pero ahora ya es una realidad. El centrocampista malagueño deja el Real Madrid tras nueve temporadas. Ha ido de más a menos y ha tenido bastantes altibajos, pero siempre fue un futbolista querido por el Santiago Bernabéu, que suele premiar el talento y la calidad.
Isco abandona la capital con cuatro Copas de Europa porque esta última no va a constar en su palmarés. No ha disputado ningún minutos en la edición 21/22 y eso le priva de sumar la quinta. Algo que sí va a poder decir Gareth Bale, ya que tuvo participación en uno de los encuentros. El galés, de forma muy discreta e incluso polémica, hace historia.
Con varias faltas de puntuación y de ortografía, el de Benalmádena se ha despedido de la que ha sido su afición durante casi una década. «Cuando estaba en el Málaga y sabía que me tenía que ir me comprometí con otro equipo, pero llamó a mi puerta el Real Madrid y el Real Madrid no se le puede ni se le debe decir que no, aunque siempre hay excepciones», empieza la carta, con un guiño a Mbappé a modo de emoji.
Isco, cachondo
Hay algunas frases que destacan en el adiós de Alarcón. Una de ellas es que se lo ha pasado «de puta madre», aunque sin dejar a un lado el «que me quiten lo ‘bailao‘». Cierra su comunicado con unas risas y la broma que algunos madridistas que también estuvieron en la celebración de este domingo habrán hecho: «Por cierto, ayer le decía a un amigo que no entendía para qué estaban recogiendo la fiesta de Cibeles si la 15º está de camino jajajaja». Isco concluye con un «hasta siempre» y un «Hala Madrid».
