Andreas Christensen es nuevo futbolista del Barcelona. El conjunto azulgrana ha hecho ingeniería económica para poder generar ingresos y acometer fichajes. La dirección deportiva sigue trabajando en la futura plantilla para volver a estar entre los mejores clubes del continente. El declive ha sido paulatino en las últimas temporadas, con importantes goleadas y fracasos que han concluido de la peor forma posible: con la eliminación en la fase de grupos de la Champions y el caos de la Europa League.
El danés está llamado a dar un salto de calidad en la defensa, aunque está por ver si es el único refuerzo para dicha demarcación. Jules Koundé es el gran anhelo, pero no es una operación sencilla. Christensen firma un nuevo contrato hasta 2026 y ocupa el puesto de Lenglet, que se marcha cedido al Tottenham. Su rol será mucho más importante que el de galo, relegado a un papel residual en los últimos meses.
Más dudas hay respecto a la figura de Gerard Piqué, ya que se da por hecha la titularidad de Ronald Araujo (también puede actuar en el lateral derecho). El catalán empieza desde cero pese a su dilatada trayectoria. Quiere seguir siendo fundamental, pero la incertidumbre por su estado físico ha provocado que el Barça se haya tenido que mover. Y no de cualquier forma, sino en busca de perfiles contrastados que vayan a ofrecer un rendimiento inmediato.
Kessie, también oficial
El FC Barcelona ha anunciado el fichaje de Franck Yannick Kessie, que llega a coste cero tras terminar contrato con el AC Milan. El centrocampista se convierte en la alternativa de Sergio Busquets, que no tenía reemplazo hasta el momento y necesita descanso para estar en plenas condiciones físicas. Firma por cuatro temporadas (2026) y tiene una cláusula de 500 millones de euros. Era un refuerzo que ya se daba por hecho hace algunos meses.
