Lucas Torró seguirá siendo jugador de Osasuna tras firmar un nuevo contrato que le vincula a la entidad pamplonica hasta el año 2027. El centrocampista es una pieza determinante para Jagoba Arrasate y el club también ha valorado esto para mantener por un lustro a una pieza clave en el centro del campo.
Su importancia en el cuadro rojillo está fuera de dudas, como demuestran tanto los números como las sensaciones. Ha jugado 33 partidos de la competición liguera, de modo que tan solo se ha perdido cinco, y ha sido titular en todos menos uno. Una única vez ha salido desde el banquillo, lo que demuestra que estamos ante un futbolista absolutamente indispensable. Se perdió dos jornadas por sanción, otro par por decisión decisión técnica y una por problemas físicos.
El anuncio se ha hecho oficial este jueves por la mañana y era algo que muchos aficionados estaban esperando. Torró se ha mostrado también muy contento: «He elegido quedarme porque me siento como en casa aquí y soy muy feliz. Yo quería arreglarlo lo antes posible. Han sido un par de semanas dándole vueltas, pero yo lo tenía claro desde el principio. El ambiente en El Sadar es muy sano y muy bonito. Ese cariño y ese trato tan cercano es lo mejor. La afición siempre está ahí, incluso cuando no jugamos bien. El vínculo que hay en el vestuario es muy familiar porque somos como un grupo de amigos».
Rubén Peña, un objetivo
Ha tenido un papel muy residual en esta última temporada y se presenta como un futbolista prescindible para Unai Emery. Rubén Peña, además, gusta a la dirección deportiva de Osasuna, pero la operación no es sencilla, informaba AS hace unos días. Tan solo ha disputado siete encuentros en la competición liguera, seis de ellos como suplente. Ahora, sin embargo, las negociaciones parecen haber progresado, según cuenta Relevo.