Uno de los fichajes que más esperanzas crearon en el entorno rojillo fue el del portero internacional italiano Salvatore Sirigu. El guardameta llegaba con la misión de frenar la sangría de goles en contra que arrastraba Osasuna, pero nada más lejos de la realidad. El italiano ha jugado cinco partidos y en todos ha encajado al menos tres goles.
Es cierto que no ha cometido ningún fallo grosero, pero tampoco se ha destacado con ninguna parada de mérito, quitando un penalti parado a Gerard Moreno. Tampoco le ayuda la frágil defensa de Osasuna ni el estado anímico de todo el equipo, aunque se esperaba mucho más de él.
¿Seguirá como titular?
Desde la dirección de Osasuna se ha decidido dar por terminada la lucha por la permanencia y centrarse en el proyecto deportivo del año que viene, intentando finalizar los doce encuentros de la forma más digna posible.
Esto podría incluir prescindir de los jugadores que no van a continuar el año que viene como Sirigu, aunque esto es mera suposición. El entrenador actual, Vasiljevic, parece que confía en él, pero ha sido capaz de dejar en el banquillo a hombres como Sergio León, Clerc o Roberto Torres.
Por lo tanto no confiaría demasiado en Sirigu y me centraría en venderlo cuanto antes, porque de continuar la sangría podría ver reducido su valor.
