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Victoria local en el Rayo – Celta, con cuatro goles en la primera parte, y dos más en la segunda parte. Comenzaba un partido gélido en Vallecas con una ausencia destacada por decisión técnica. El eslovaco Lovotka no tuvo minutos.
Primera parte con demasiados errores defensivos y mejor juego local. No habían trascurrido cinco minutos, cuando RDT lanzó magistralmente un golpe franco al borde del área, que se coló en la meta de Rubén Blanco. A los doce minutos, y una consecución de rebotes dentro del área local, provocó que Araujo fuera el más listo de la clase empatando el partido. Y sin poder reaccionar los locales, una mano dentro del área de Abdoulaye Ba, es sancionado como penalti. Maxi Gómez transforma la pena máxima, y pone por delante a los vigueses. No acabaron los errores defensivos cuando Advíncula asiste a RDT para conseguir el empate. Concluyó la primera parte con dos ocasiones muy claras erradas por RDT y Trejo.
Comenzó el segundo acto con una gran jugada de Trejo que no acabó en gol porque no quiso Ruben Blanco. Pero el partido se volvió más táctico que en la primera parte, con leve dominio visitante, pero sin ocasiones. Cuando quedaban quince minutos para el final del partido, quien no, RDT sentenciaba el encuentro con otra gran definición dentro del área. En el descuento aumentaba la renta Bebé en un contraataque.
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Una gran demostración de eficacia y variedad de registros del madrileño. Que manera de ejecutar una falta directa al borde del área. Que manera de colarse entre los flojos centrales gallegos. Y que manera de definir dentro del área. Completa un gran partido con un hattrick.
El gallego ha tomado el mando de su equipo. Recupera en la medular, asegura la posesión del esférico, y tiene jerarquía. Se comió a Fran Beltran, Jozabed y Okay con esfurezo y oficio. Gran partido en la sombra.
Intervenciones de mucho mérito del gallego. Mantuvo a su equipo dentro del partido mientras pudo sacando tres mano a mano ante los delanteros rayistas. Ha sabido responder con solvencia a la confianza que deposita en él su entrenador. Tuvo una gran actuación.
Muy inseguro y muy lento el argentino, que no hace que la afición del Celta olvide la lesión de David Costas. RDT era su hombre invisible, y no supo detectar en ningún momento su presencia con continuos errores de marcaje. Otro partido malo del central vigués.
No supo cerrar su banda en ningún momento, y Advíncula encontró una autopista por esa banda. De igual manera, no supo asociarse con Boufal en ningún momento del partido para generar peligro. En resumen, desaparecido.