45 minutos son suficientes para Messi (3-1)

El Barça ya está en cuartos de final. Messi volvió a ser el mejor, aunque desapareció tras el descanso. Todo el equipo se paseó durante la segunda parte. El Nápoles, mediocre en diferentes aspectos, fue incapaz pese a la desidia de los catalanes en la mitad del choque. Griezmann estuvo desaparecido y De Jong fue una de las buenas noticias más allá del capitán culé y la defensa. Ansu y Riqui, sin oportunidad.

Lenglet marcó, con algo de polémica, el primero del partido. Remate de cabeza en un córner que Ospina no pudo parar. Messi apareció en el segundo en una ensalada de resiliencia, calidad, incapacidad defensiva y una pizca de suerte. Golazo del argentino, al que le anularon antes una diana por mano, y a seguir.

Cerca del descanso, Koulibaly, lamentable en los 45 minutos iniciales, cometió un penalti tonto. Estuvo lento y torpe. Leo apareció y se llevó la patada. Clarísimo. Indiscutible. Y gol de Luis Suárez porque el ’10’ acabó la primera mitad cojo. Poco más tarde, pena máxima para el Nápoles. Mal Rakitic e Insigne para dentro. Final.

Después del paso por vestuarios, el encuentro cambió. Los culés desaparecieron y los italianos demostraron que no tienen nivel para estar en cuartos. La Champions League se convirtió en la International Champions Cup de cualquier otro año. Un gol anulado a Milic y poco más que contar. 3-1 y a Portugal.

El Barcelona se medirá al Bayern de Munich. Los bávaros vapulearon al Chelsea otra vez. Del 0-3 de la ida al 4-1 de este sábado. Rival aspirante a ganar la competición. Incluso favorito salvo golpe de inspiración del astro de Rosario.