Aritz Elustondo ha sufrido mucho durante la temporada por sus problemas en el tobillo. El jugador de la Real Sociedad se ha perdido partidos muy importantes de la Europa League, históricos para el club donostiarra podríamos decir, y eso ha provocado un desánimo y una desazón en el jugador. Imanol Alguacil cuenta con él, pero siempre y cuando esté a pleno rendimiento y no haya ningún riesgo. Iugalmente, el futbolista reconoce que ha habido «pocos partidos» en los que haya podido estar al cien por cien.
Esta semana ha concedido una entrevista a ‘Noticias de Gipuzkoa’ en la que ha hablado sobre esas dolencias, a las que no encuentra respuesta: «No lo sabemos, si lo supiese te lo diría. Todo empezó con un golpe en octubre o noviembre, antes de medirnos al Betis. En el entreno me llevé un golpe que me hizo una cosa extraña, pero el dolor lo sentía por dentro. Me dijeron que era un edema óseo y estuve jugando con el tobillo así mucho tiempo. Luego me pasó lo del Nápoles en casa, aunque la semana siguiente ya estaba disponible. En Navidad empecé con dolores que no había tenido hasta ahora y se me fue hinchando hasta que tuve que parar. El cuerpo dijo basta y tardé un mes y pico en recuperarme. Jugué cinco partidos, hasta que en Getafe tuve un gesto raro como de torcerme el tobillo y ese puede ser lo que me pasó en Turín. El lunes me sacaron algo de líquido, el miércoles entrené sin dolor y el jueves ya pasó lo que pasó».
Hizo referencia a la posibilidad de pasar por quirófano: «Si tengo que pasar, pasaré. Tengo claro que esto me está sirviendo para estar con el equipo y ayudar en el verde. Desde la final he jugado y estoy entrenando con el grupo. Ahora mismo no me lo planteo porque me encuentro bien, pero soy consciente de la inestabilidad que tengo por mi forma de pisar, lo sé de toda mi vida. Por eso hago mis trabajos de tobillo y de fuerza antes de entrenar. Ahora mismo no se sabe cómo va a reaccionar el tobillo hasta el final de temporada, pero ya se verá».
Jugar sin dolor, una utopía
También en la conversación con el medio citado anteriormente decía lo siguiente sobre el hecho de jugar en plenas condiciones físicas: «Lo hablaba con mi familia. He sufrido mucho y creo que muy pocos partidos habré jugado a mi cien por cien de verdad. Es verdad que la mayoría de jugadores siempre juegan con algo de dolor o alguna leve lesión. Hubo una época en la que no había casi descanso con la Europa League y he sufrido, pero me ha servido para ver que aun sufriendo he sido capaz de estar en el campo, de ayudar al equipo. En octubre o noviembre me centraba más en seguir con la racha positiva que en el dolor de tobillo».
