El mejor fichaje del verano para el Barça se llama Ousmane Dembélé. Nada tiene que ver el joven jugador francés de la pasada temporada con el del inicio de ésta. Ha dado varios pasos hacia adelante, convirtiéndose en un referente del ataque azulgrana y una pesadilla en las defensas rivales. En tres partidos oficiales, dos de LaLiga y uno de Supercopa de Europa, el ‘Mosquito’ ha dado que hablar marcando dos goles y aún mejores sensaciones.
Ha sumado 19 puntos en Biwenger en apenas dos encuentros de LaLiga. La temporada pasada fue incapaz de unir dos encuentros con tan alta puntuación. Llegó incluso a acumular tres -2 a lo largo del curso, muestra de su irregularidad sobre el terreno de juego y falta de adaptación. Pero Valverde, que no quería que se fuera bajo ningún concepto, ha sabido transmitirle la confianza necesaria para sacar su mejor fútbol.
El pero fantasy de Dembélé
Pero esta irrupción fantasy de Dembélé tiene un pero. Entre los tres encuentros oficiales (cogemos también la Supercopa para tener un mayor rango estadístico) ha perdido un total de 63 balones. Una media de 21 pelotas perdidas por encuentro. Demasiadas teniendo en cuenta que ha sido sustituido en los tres partidos, algo a tener en cuenta también en clave fantasy. Puede ser uno de los primeros cambios de Valverde en un buen número de partidos.
Cierto es que buena parte de ellas tienen lugar en sus intentos de regatear rivales o en busca de una complicada asistencia. Unas pérdidas que pueden mermarle a nivel fantasy. Y es que el cronista Juan Jiménez destaca ese apartado estadístico de Dembélé en una noticia. El día que el joven francés no esté acertado de cara a portería y mantenga un alto número de balones perdidos, el ‘Mosquito’ podría quedarse con muy pocos puntos.
Aunque lo que parece claro es que Dembélé es un indiscutible para Valverde. El txingurri ha acallado los rumores de su posible salida con tres titularidades y galones. Lo quiere en su plantilla y lo ha convertido en un fijo de sus alineaciones. Si mantiene esta línea ascendente… el techo de Dembélé podría ser muy alto.
