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Neymar apunta a un futuro en el póker y en París

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Neymar PSG

Si hay un jugador del que se habla casi a diario ese es Neymar Júnior. Futbolista especial por su manejo con el balón y su indiscutible calidad, aunque a veces noticia lo que hace fuera de los terrenos de juego. Los cumpleaños de su hermana son mundialmente conocidos y casi siempre coinciden con una desafortunada e inoportuna lesión. Otras veces se habla del brasileño por su futuro y su constante (e incluso obsesiva) ligación con el Barcelona, del que salió traspasado hace varios años y hasta ha denunciado.

No hay duda alguna: el crack (uno de ellos) del París Saint Germain es un jugador especial. Siempre lo ha sido y pocas veces defrauda en el césped. Odiado por los defensas rivales y muchas de las aficiones contrarias, consigue, como casi ninguno, sacar de sus casillas a aquellos que no pueden ni verle. Aún es la gran ilusión de muchos culés y uno de los objetivos de Joan Laporta, pero su reciente renovación y la malísima y gravísima situación económica de la entidad catalana hacen casi imposible su regreso. El reencuentro con Messi en Francia parece más probable que en la Ciudad Condal.

Neymar es mucho más que fútbol

Alegría, fiesta, diversión… ¡y póker! Todo eso, y mucho más, es Neymar. El ex del Santos habló recientemente con el medio francés CNews sobre sus planes de futuro. Y no, no nos referimos en esta ocasión a si fichará por un equipo u otro, sino a los planes que tiene para cuando su vida profesional acabe. Porque no hay que recordar que, aunque aún le quedan varias temporadas al más alto nivel, roza ya la treintena y no se puede decir que sea, ni mucho menos, una promesa.

Sobre la que es una de sus grandes pasiones, creemos que por detrás del fútbol (por ahora), dijo lo siguiente: «Me siento muy a gusto y creo que después de jugar al fútbol podré hacer torneos, viajar para jugar torneos en los que siempre he querido participar y en los que no pude hacer por mi agenda y mi carrera». ¿Será capaz de comer, una vez pueda dedicarle todo el tiempo que le quita el balón, en la misma mesa que Justin Bonomo, Doyle Brunson, Johnny Moss o Daniel Negreanu?

Tanto le gusta al jugador del PSG este deporte que hasta su perro se llama Póker. El propio Ney reconoce que es una de las cosas que ama hacer y, además, cabe recordar que ya le hemos visto jugando de forma pública (y, obviamente, privada). Con Gerard Piqué, otro gran aficionado, hay varios vídeos en los que ambos futbolistas forman parte de una mesa de mucho talento. El central es otro de los jugadores que no se esconde y al que hemos visto participar en algunos torneos.

Neymar va muy en serio en el póker

Neymar

Como en cualquier disciplina o deporte, están aquellos jugadores que buscan pasar un tiempo entretenidos y desconectar así de los problemas de la vida diaria y, por otro lado, quienes pretenden mejorar día a día, ganar dinero y hasta hacer de ello una profesión de presente y de futuro. Son muchos los ejemplos que podríamos poner en este último grupo, pero incluso podríamos incluir ya a Neymar. Los datos así lo avalan.

Y es que ya se está preparando para esa tarea. Neymar está contando con la ayuda del jugador profesional también brasileño André Akkari, quien ve en el paulista un talento de verdad para poder triunfar en este mundillo. El futbolista se maneja muy bien en la mayoría de los juegos de poker, incluso en el Texas Holdem, la variante más popular de este juego en los torneos en vivo y en línea, que tiene una mecánica diferente en muchos aspectos al juego de naipes cara a cara. Y eso que ha logrado sacarle partido a los dos. De hecho, con Gerard Piqué se le vio jugar en partidas en Barcelona, aunque ni siquiera fue allí donde se inició.

Durante el período de cuarentena, hace justo un año, logró quedar en cuarto lugar en el High Roller Club y se quedó a muy poco de entrar en la mesa final del SCOOP 118-H. Esto se ha traducido también en unos beneficios económicos importantes, aunque menores si los comparamos con su sueldo mensual y anual en la capital francesa. Hablamos de unos miles de euros, cantidad más que considerable para el ciudadano de a pie y cosa menor para alguien con una nómina dominadas por los ceros y, por tanto, los millones. Pero esta situación privilegiada también le sirve para ir paso a paso, sin prisa alguna, como los grandes maestros del póker.

Por ahora, y hasta dentro de un mínimo de cuatro años, Neymar no va a poder aparecer con naipes más allá que en sus tiempos libres, pues debe cumplir con su nueva relación contractual en París, de la que por cierto no se conoce demasiado. Aunque conociendo a Nasser Al-Khelaïfi apunta a ser un documento blindado del que no queden demasiadas escapatorias. Habrá que ver si con otros futbolistas de los que también suenan sus marchas como Kylian Mbappé, en la agenda de Zidane para Real Madrid desde hace mucho tiempo, consigue el mismo resultado. Desde luego la joya de la corona del proyecto francés, este año sí, se queda.

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