Javi Calleja es el nuevo entrenador del Deportivo Alavés. Como se venía comentando durante todo el día por Vitoria, el ex entrenador del Villarreal será el que coja el mando del equipo de aquí a final de temporada con la intención de sacarlo de la última posición y mantenerlo en Primera División.
No tendrá una tarea fácil el nuevo técnico con un equipo en caída libre que solo ha ganado un partido de los últimos 14 que ha disputado. Además, Calleja tendrá la no fácil tarea de recomponer un vestuario que afronta tiempos convulsos con la particular situación de Lucas Pérez. El delantero ha sido el centro de la diana de Abelardo en las últimas semanas debido a temas extradeportivos y está por ver si el nuevo técnico cuenta o no con él de cara a sus primeros partidos en el banquillo.
En Jornada Perfecta tendréis pronto un análisis más detallado acerca del estilo de juego, de los jugadores recomendables y de posibles sorpresas de Calleja con motivo de su llegada al Alavés. Todas las repercusiones fantasy que deberás tener en cuenta en Biwenger, Comunio, Futmondo, Mister y LFM.
Abelardo, por la puerta de atrás
La etapa de Abelardo en el Deportivo Alavés ha llegado a su fin. Un bagaje de puntos ridículo y desolador obliga a la directiva del conjunto vitoriano a pensar en el tercer entrenador de la temporada. En puestos de descenso, con problemas en el vestuario y unas sensaciones muy malas, el conjunto de Mendizorroza es uno de los claros aspirantes a descender a Segunda División. Y echaron a Pablo Machín hace unos meses cuando tenía al equipo dos puntos por encima del antepenúltimo clasificado.
La derrota contra el Celta de Vigo (1-3) ha sido el colmo, no tanto por el resultado sino por la forma. El propio técnico era autocrítico y comparaba a los suyos con la del infantil del club (en lo que a los primeros 20 minutos se refiere). En esa misma rueda de prensa tuvo tiempo para sentenciar de nuevo a Lucas Pérez, para clavarle una estocada que queda recogida en los períodicos horas antes de su casi inevitable destitución: “Muy listo no me considero, pero tonto tampoco. Si tomo esa decisión meditada es porque hay un jugador que no está identificado con el club, y que me ha faltado el respeto a mí y a sus compañeros. Yo sé de su calidad, pero por encima de todo tiene que haber una disciplina. Si lo dejo fuera no es por un calentón”.
