Tras la noticia de que Giménez finalmente no llega para el partido del próximo sábado 30 de junio, todas las alarmas se encendieron en una selección que tenía dudas en la medular pero muy consolidada la pareja de centrales. La ausencia de Josema (edema en el cuádriceps derecho) obliga a Tabárez a mantener a Sebastián Coates en el once inicial.
Coates en Uruguay
El jugador del Sporting de Lisboa no cuenta con la complicidad del dúo Giménez-Godín pero lleva muchos años en la selección y es parte de este proceso que comenzó en 2006 con el maestro a la cabeza.
Uruguay no pierde juego aéreo con el jugador del conjunto lisboeta, de hecho, gana centímetros (1,96 metros) y mantiene intacto el juego aéreo que tanto caracteriza a Uruguay.
La principal carencia de Coates es la velocidad, pero conocedor de este defecto, no suele tomar demasiados riesgos. Es un central de experiencia, con pasajes en el fútbol inglés y actualmente en la liga portuguesa, algo que puede jugar a favor en el próximo partido contra los lusos.
Coates en clave fantasty
En clave fantasy, ha tenido un buen debut en la cita mundialista, con dos picas en AS, 7 puntos en estadísticas y 4 en sofascore.
Con un valor de mercado inferior a 2 millones, no es una mala apuesta ficharlo (si Uruguay pasa a cuartos de final es posible que Giménez tampoco esté disponible).
Si bien no brinda la seguridad del faraón es un buen rematador de cabeza y puede darnos alguna alegría a través del juego aéreo, arma letal del conjunto charrúa.
